viernes, 21 de octubre de 2011

El pantalón roto del pastor...

Dos esposas de pastor estaban sentadas, una junto a la otra, arreglando los pantalones de sus maridos.
Una de ellas le dijo a la amiga: “Pobre Juan, está muy desalentado en el trabajo de la iglesia. Hace algunos días me dijo que pensaba renunciar y entregar su cargo. Parece que nada va bien y todo le sale mal”.
La otra respondió: “Lo lamento por ustedes. Mi marido ha dicho exactamente lo contrario. Ha sentido cada día más intimidad con Dios, como nunca había experimentado antes”.
Un pesado silencio alcanzó a aquellas dos mujeres, que continuaron con los remiendos, pero sin cambiar una palabra más.
Una de ellas estaba remendando las rodillas del pantalón de su marido y la otra, la parte trasera.
Resumiendo: La primera esposa lamentaba las quejas de Juan, mientras remendaba las roturas causadas por pasar tanto tiempo sentado.
La otra esposa, arreglaba los agujeros de la rodilla del pantalón, por las horas que su marido pasaba en oración.

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