martes, 8 de mayo de 2012

El cerdo y el caballo...

Un granjero coleccionaba caballos y sólo la faltaba un determinada raza. Un día descubrió que su vecino tenía este determinado caballo. Así, él molestó a su vecino hasta poder comprarlo. Un mes después el caballo se enfermó, y él llamó al veterinario, que dijo:


- Bien, su caballo tiene un virus. Necesita tomar este medicamento durante tres días. Al tercer día regresaré y, en caso de que no mejore, tendré que sacrificarlo.
En este momento, el cerdo escuchaba la conversación.
Al día siguiente, le dieron el medicamento y salieron. El cerdo se aproximó al caballo y le dijo:
- Fuerza amigo, levantate, ¡¡¡sino serás sacrificado!!!
El segundo día, le dieron el medicamento y se fueron. El cerdo se acercó nuevamente y dijo:
- Vamos amigote, ¡levantate, sino vas a morir! Vamos, yo te ayudo a levantarte. ¡Upa! Uno, dos, tres…
Al tercer día, le dieron el medicamento y el veterinario dijo:
- Infelizmente vamos a tener que sacrificarlo mañana, pues el virus puede contagiarse a los otros caballos.
Cuando salieron, el cerdo se aproximó al caballo y le dijo:
- Che, ¡es ahora o nunca! ¡Levantate, upa! ¡Coraje! ¡Vamos, vamos! ¡Upa! ¡Upa! ¡Eso, despacito! ¡Excelente! Vamos, uno, dos, tres… Bien, bien. Ahora más rápido, vamos… ¡Fantástico! Corre, ¡corre más! ¡Upa! ¡Upa! ¡Upa! ¡¡¡Venciste campeón!!!
Entonces, de repente llegó el dueño, vio al caballo corriendo en el campo y gritó:
- ¡¡¡Milagro!!! El caballo se mejoró- Esto merece una fiesta. ¡Vamos a matar al cerdo!
Para reflexionar: esto sucede con frecuencia en el ambiente de trabajo. Nadie percibe cuál es el empleado que realmente tiene mérito por el éxito, o el que está haciendo fuerza para que las cosas sucedan.
¡SABER VIVIR SIN SER RECONOCIDO ES UN ARTE!
Si algún día alguien le dice que su trabajo no es el de un profesional, recuerde: amateurs construyeron el Arca de Noé y profesionales, el Titanic.
¡BUSQUE SER UNA PERSONA DE VALOR, EN VEZ DE UNA PERSONA DE ÉXITO!
¿De qué sirve salvar a los demás y perder el alma?

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