El ciervo en la fuente...

"Muchas veces no entendemos que detrás de cada cosa que Dios hace en nuestra vida, aunque a veces parezca no gustarnos, en el final, tiene un propósito valioso. " 

Un ciervo se miraba en una hermosa y cristalina Fuente, que se encontraba en el bosque; placentero admiraba los enramados cuernos de su frente, aquello más bello que el ciervo tenía, cuernos grandes, espectaculares, pero al observarse mejor, pudo notar sus delgadas, largas, feas piernas, no podía creer que no combinaban sus hermosos cuernos con piernas tan feas, y comenzó a quejarse al alto cielo, unas quejas tiernas. 

Y decía así: «¡Oh Dios! ¿A qué intento, a esta fábrica hermosa de cabeza, construir su cimiento sin guardar proporción en la belleza? ¡Oh qué pesar! ¡Oh qué dolor profundo! ¡No haber gloria cumplida en este mundo!» Hablando de esta suerte o mala suerte según el ciervo, vio desde lejos, asustado, venir a un perro fiero, que se acercaba cada vez más furioso. Por evitar su muerte, corre al espeso bosque muy ligero; pero aquello que el ciervo pensaba que era lo más hermoso de él, era quien retrasaba su salida, sus cuernos, ya que se enredaba, con una y otra rama entretejida. Mas libre del apuro a duras penas, dijo con espanto: 

«Si me veo seguro, pese a mis cuernos, fue por correr tanto, o sea gracias a mis piernas, que un día dije ¡que feas! Lleve el diablo lo hermoso de mis cuernos, haga mis feos pies, el cielo, eternos:» 

Así frecuentemente el hombre se deslumbra con lo hermoso; elige lo aparente, abrazando tal vez lo más dañoso; pero escarmiente ahora en tal cabeza. El útil bien es la mejor belleza. 

La Palabra de Dios nos dice: «Engañosa es la gracia, y vana la hermosura...» (Proverbios 31:30) 

Como dice el Señor, ¿De qué vale la pena ser muy hermoso por fuera y feo por dentro, de qué valió la pena a este ciervo tener hermosos cuernos, y vanagloriarse en ellos? 

Todo lo contrario de lo que él pensaba, en vez de ayudarlo le impidió correr más rápido en busca de su salvación. 

Y es así, que hoy en día muchas personas sufren, mujeres y hombres se esclavizan, volviéndose anoréxicas, o luchando con problemas que causaron tantas cirugías para verse bellas y bellos.Pero en la realidad no ayuda en su salvación. Todo lo contrario, retrasa sus bendiciones y aquello que pensaba insignificante y feo, como muchos piensan, por ejemplo aburrido, leer la Biblia, pasa a ser la solución para muchos problemas y aprietos como tuvo el ciervo con el perro furioso.